Elegir correctamente entre impresión offset e impresión digital puede marcar la diferencia en la calidad, el costo y el tiempo de entrega de tu proyecto. Aunque ambos métodos cumplen la función de reproducir imágenes y textos con precisión, sus procesos, ventajas y aplicaciones son muy distintos. En esta nota de Inkjet, te explicamos de forma clara cuál es la mejor opción según tus necesidades, ya sea que busques imprimir packaging, señalética, gráfica publicitaria o material corporativo.
La impresión offset es un método tradicional que utiliza planchas metálicas para transferir la imagen a una superficie. Es ideal para tirajes grandes, donde se busca alta calidad y menor costo por unidad. Dentro de sus ventajas encontrarás una excelente calidad de impresión, un bajo costo en grandes cantidades, compatibilidad con tintas especiales o acabado y amplia variedad de soportes. No obstante, esta suele tener costos iniciales elevados por lo que no es rentable cuando se necesitan pocas unidades, además de necesitar un mayor tiempo de preparación.
Por otro lado, la impresión digital trabaja directamente desde un archivo digital al soporte, sin necesidad de planchas. Es perfecta para tiradas cortas, urgentes o personalizadas. Este tipo de impresión es de rápida entrega, lo que es ideal para impresiones de baja demanda, además de contar con la capacidad de personalización por unidad. El problema es que tiene un mayor costo por unidad en tirajes altos y limitaciones en algunos tipos de materiales y acabados.
Ambas tecnologías son potentes, pero como podrás notar cada una responde a objetivos distintos. Antes de decidir, considera que si buscas volumen, calidad y menor costo por unidad, el offset es tu aliado. Pero, si lo que necesitas es agilidad, tirajes cortos o personalización, la impresión digital es la mejor opción.